"Hay cosas que son como escribir en el cielo. Algo maravilloso que dura un instante y que, sin más, hay que dejar ir... " Uno crece jugando a darle forma a las nubes, con unos valores e ideales que, con el paso del tiempo se ven aferrados y apuntalados, sobreviviendo a decepciones, a frío, a mármol...
Superficialidad, ombliguísmo, individualismo... ¿Ése es el camino? La respuesta que puedo dar es, total y, desgraciadamente, afirmativa. Cada vez son más las historias que reafirman el concepto de "ser humano egoísta" y no, no es el mundo, somos nosotros. De la misma manera que una casa es lo que contiene...
Los leones al menos le dejan la carroña a los buitres, nosotros morimos empachados mientras otro muere de sed. Trato de tener esperanza y de ser optimista pero, no, el amor ( cualquier tipo de amor) que observo a mi alrededor, no cumple mis expectativas y me hace pensar que, simplemente, no lo quiero...
He escuchado desde un "me abandonó en una sesión de químio porque conoció a alguien" hasta por notas con un "me firmas por notario que no me quiero hacer cargo de la niña". Quisiera pintarlo más bonito pero, no, las personas no cambian, cambian las circunstancias y una ínfima probabilidad azarosa de espacio.
Hace algunas semanas, vi una película que logró hacerme recordar esa ilusión "Pequeño Manhattan", la recomiendo sin dudarlo.
Termino este enredo de lana con una conclusión final, se llama vida y, tanto la certidumbre como la incertidumbre, la generosidad como el egoísmo, forma parte de un todo que hace que, arriesguémos nuestro barco de papel rumbo a la corriente, aunque sepamos que se mojará...
¡Sean felices y disfruten el fin de semana!
Siempre, Helena.
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